Se tatúan, andan (algunos) en skate, toman caguama del envase y se duermen a las 4 de la mañana, son vegetarianos, aparentemente muy abiertos y al parecer intolerantes a la injusticia.
Por otra parte después de un sábado alocado se levantan tarde, ven dos o tres horas de series de MTV, se cambian el cordón rojo de la muñeca, van al Starbucks por un cafe helado en cualquiera de las laberínticas especificaciones y regresando le ponen a Telehit para ver La Guerra de Los Chistes. Votan por "el menos peor" o no les "interesa" la política, más por hueva de pensar que por una convicción concienzuda. Piden tolerancia hacia los diferentes modos de pensar pero odian a los emos.
Yo pienso que somos igualitos a los hoy treintañeros, sólo que nosotros disimulamos ser una generación alternativa y tenemos 10 años menos.
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